sábado, 25 de octubre de 2008

Nuestro Primer Beso

Estabas en la cocina, tu hijo ya estaba acostado y durmiendo, algo fuiste a preparar pero yo no aguanté más entre el aeropuerto, las conversaciones con tu hijo y las varias horas que ya habían pasado y yo aún no había sentido tu cuerpo frente al mío ni tus labios junto a los míos, así es que me levanté de la silla y te seguí a la cocina, tu sólo me miraste y adivinaste inmediatamente mis intenciones, así fue como te besé por primera vez y tu respondiste con un beso tan exquisito que quedé con ganas de mas……más besos y muchas cosas más.

miércoles, 8 de octubre de 2008

En tu Departamento

Recuerdo que siempre me describías tu departamento y yo me lo imaginaba de una manera muy distinta a lo que realmente era, pero eso solo se daba por lo que tu me contabas, te daba entre pena y vergüenza tu departamentito, por lo poco que tenías de valor, debido a que con la separación te llevaste casi sólo lo puesto, sólo las cosas que te había regalado tu padre, por que el “brea” se había quedado con todo, pero eso también será tema aparte. Pero a mi no me importó lo que tenías o lo que no, o el contenido que había en ese departamento, sino que los seres que habitaban en él.

martes, 7 de octubre de 2008

En el Aeropuerto

El avión se atrasó y tu ya estabas nerviosa por que yo no llegaba, y tu como siempre un poco mas que puntual, parece que habías llegado un poco antes de lo que se suponía que llegaba mi vuelo, no recuerdo muy bien esa parte, pero no importa, estabas esperándome junto a tu hijo, yo estaba muy pero muy nerviosa, lo que no es para menos en todo caso, y mientras esperaba que apareciera mi maleta miraba entre la multitud y trataba de reconocer a quien sería el gran amor de mi vida, pero no lograba reconocerte entre tanta gente, cuando finalmente apareció mi maleta, la eché en un carro y salí en busca tuya y de tu hijo, no te veía tampoco, así es que opté por llamarte, cuando toda nerviosa escucho que me preguntas si veía a una abejita maya, los vi, la abejita maya era tu hijo con un polerón a rayas amarillas y negras tal cual era la mencionada abejilla, recuerdo ese frío saludo que me diste, un abrazo muy rápido y holgado y un beso en la mejilla, ese fue lo primero que recibí de ti, no así de tu hijo con el que nos abrazamos por largo rato como se debía, pero bueno, al fin se había dado la oportunidad de conocernos, de ahí tomamos el taxi que nos llevaría a tu hogar.

lunes, 6 de octubre de 2008

Nuestro Tan Esperado Primer Encuentro

Y bueno, se me estaba haciendo difícil poder viajar para al fin poder conocernos debido a que no me querían dar los días que me habían prometido para así poder viajar y estar junto a quien mas deseaba, sin importarle al viejo verde de mi jefe que yo ya tenía los pasajes comprados, esto era por que era en víspera de Navidad y todos los de la empresa por lo general piden esos días de vacaciones, así es que con harta pena de parte tuya, de tu hijo y mía estábamos asumiendo ya que para Navidad no lo pasaríamos juntos, llantos y lamentos por todos lados, pero al fin como Dios es grande pude viajar y estar aunque fueron 3 días, finalmente contigo y con tu hijo, como fue ese día en que nos vimos y reconocimos, viene después.

domingo, 5 de octubre de 2008

Los Planes del Encuentro

Comenzamos con las conversaciones, los planes y las infinitas ganas de conocernos personalmente, yo me tomaría unos días de diciembre, después de viajar a otra sucursal de mi empresa a trabajar en comisión de servicios, recuerdo muy bien hasta el día de hoy que en esa oportunidad quedé con el gerente en mi contra por que no quise estar más días en comisión, ni mucho menos tomar el avión desde esa cuidad hasta Stgo. y conocerte, sino que insistí en tomar el avión desde mi cuidad porque ya tenía los pasajes comprados, aunque se hoy en día que tal vez eso no hubiera hecho mucha diferencia, tal vez hubiera sido mejor haberle hecho caso al jefe y haber partido desde mas cerca y hubiera ganado unos cuantos pesos mas también, pero bueno, todos mis errores y esfuerzos laborales que cometí por ti, los hablaré en otra oportunidad.

jueves, 2 de octubre de 2008

Tu Segunda Oportunidad

Te di una segunda oportunidad por que tiraste a la parrilla unas fallas que cometí contigo, -que no fueron engaños- así es que no tuve mas remedio que ceder, costó si que yo cediera, por que para mi quien comete un engaño una vez o más (en tu caso ya eran 2, eso agravaba todo), lo vuelve a cometer por que es algo que va con su naturaleza y tal vez no pueden luchar contra ello, tal vez soy un poquito grave y no debo meter a todos los infieles dentro del mismo saco, tal vez no todos recaigan una segunda vez.

Así es que seguimos con este “romance” cibernético-telefónico.

martes, 23 de septiembre de 2008

Tu Segunda Caída

Aún recuerdo esa noche en la que me llamaste para contarme como había sido tu día y sentí que no me querías contar algo que a pesar de estar conversando por teléfono y yo no podía ver tu cara al contarme lo sucedido ese día, yo lo sospechaba, hablabas de otras cosas y te debas vueltas en otros temas que no tenían nada que ver con lo que yo te estaba preguntando y como soy media bruja para mis cosas, rara vez mi instinto brujeril me falla, y claro, esa vez no fue la excepción, te pregunté mil veces y tu la muy cara dura me lo negaste las mil veces pero fue la vez numero mil uno que me lo dijiste, te habías metido con el papá de una apoderada del colegio de tu hijo, un anciano que quizás como será, y tu excusa –barata- fue que las otras apoderadas te habían molestado toda la noche con el anciano ese, así que cediste ‘ante sus encantos’, según para darle en gusto a las demás viejujas que asistieron a la fiesta del colegio, la diferencia entre el anciano y la tipa del ciber fue que con el viejo no fue solo un ‘piquito’, sino que uno con todo, aunque me negaste que te acostaste con el viejo –tal vez por que en ese momento no tenían viagra, jajaja- pero no sé por que pero no dudé si había sido algo mas que unos besucones. Así es que terminé contigo algo que aún no se concretaba físicamente, y tal vez no era mucho lo que te quería o tal vez si, aunque a estas alturas del partido ya no recuerdo para nada.