martes, 7 de octubre de 2008

En el Aeropuerto

El avión se atrasó y tu ya estabas nerviosa por que yo no llegaba, y tu como siempre un poco mas que puntual, parece que habías llegado un poco antes de lo que se suponía que llegaba mi vuelo, no recuerdo muy bien esa parte, pero no importa, estabas esperándome junto a tu hijo, yo estaba muy pero muy nerviosa, lo que no es para menos en todo caso, y mientras esperaba que apareciera mi maleta miraba entre la multitud y trataba de reconocer a quien sería el gran amor de mi vida, pero no lograba reconocerte entre tanta gente, cuando finalmente apareció mi maleta, la eché en un carro y salí en busca tuya y de tu hijo, no te veía tampoco, así es que opté por llamarte, cuando toda nerviosa escucho que me preguntas si veía a una abejita maya, los vi, la abejita maya era tu hijo con un polerón a rayas amarillas y negras tal cual era la mencionada abejilla, recuerdo ese frío saludo que me diste, un abrazo muy rápido y holgado y un beso en la mejilla, ese fue lo primero que recibí de ti, no así de tu hijo con el que nos abrazamos por largo rato como se debía, pero bueno, al fin se había dado la oportunidad de conocernos, de ahí tomamos el taxi que nos llevaría a tu hogar.

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